DEL ASCENSO A LA GRAN DEPRESIÓN
Una crisis que conduce a la gran depresión. Atrás quedan el ascenso y los días felices de celebración en que el Alicante volvió a entrar en el selecto club del fútbol profesional. La espera de 52 años para regresar a Segunda División ha desembocado en una pesadilla cuyo final es incierto. Los problemas económicos que arrastraba el club a su llegada a la categoría de plata se han convertido en una gran losa, cada vez mayor, para los integrantes de la plantilla, cuerpo técnico y demás trabajadores del Alicante.
A esta coyuntura económica, le acompañan también la nefasta gestión deportiva y los malos resultados del equipo. El proyecto comenzó mal y el final se prevé aún peor. Algunos jugadores han decidido a nivel individual guardar silencio y no realizar ningún tipo de declaración a los medios. La amenaza de una huelga sobrevuela el vestuario alicantinista pero, por el momento, la cuestión permanece en el apartado de la rumorología que envuelve al club por su delicada situación económica.
El Alicante acumula varias deudas con los futbolistas y técnicos. Los ex jugadores Roberto Álvarez y Cañadas denunciaron por impago al club, al igual que ha hecho Rubiales -actual miembro de la plantilla celeste- y también han interpuesto denuncia los técnicos Nino Lema y Manolo Jiménez.
Asier Garitano, que sustituyó a Granero y abandonó el club a la llegada de Lema, ha cobrado lo pactado en su marcha, pero también es cierto que se le debe parte de la ficha de la anterior campaña y la prima del ascenso, como al resto de protagonistas del mismo.
Pero, además, el club sufre otros muchos contratiempos en el día a día por problemas de impago a los proveedores, que en muchos casos no pueden dejar de prestar su servicio ya que perderían el derecho a cobrar lo adeudado. No disponer de gas para tener agua caliente en los vestuarios o de hielo son algunos de las desagradables sorpresas con las que se han encontrado técnicos y jugadores en el quehacer diario. El club tampoco está al día en el pago a la empresa de autobuses que les lleva, a la que le han devuelto los pagarés por no disponer de fondos para cobrarlos. Según fuentes próximas al Alicante, se le adeuda cantidades de la pasada temporada y la presente.
Deuda con el Madrid
El Real Madrid le negó a la entidad que preside Juan Antonio Iniesta la instalación de Valdebebas para ejercitarse porque todavía no había cobrado los 6.000 euros que le debía en concepto de las entradas de la Copa del Rey de la anterior temporada.
Las deudas con la cantera del club también son importantes y no se descarta que también puedan llevar a cabo alguna acción reivindicativa. La situación resulta tan delicada para los dirigentes celestes que ni siquera cabría la desesperada solución de vender el club ya que éste pertenece a los socios, no es una sociedad anónima deportiva (SAD).
Y, salvo sorpresa, tampoco lo será este año. El Alicante tiene de tiempo hasta el 31 de julio para convertirse en SAD, pero el proceso está paralizado ya que, en el caso de no lograr la permanencia el equipo, no se llevaría a cabo, pues tiene que cubrir tres millones de euros del capital social fijado.
El castillo de naipes del Alicante se desmorona y en lugar de disfrutar del sueño de jugar en Segunda, el club reza para que la pesadilla del presente curso acabe pronto. La sombra de la Tercera es alargada.
RECURSO A LA EXPULSIÓN DE AZKOITIA
El Alicante CF, una vez visionadas las imágenes del encuentro del pasado fin de semana ante el Gimnástic de Tarragona, ha decidido recurrir la expulsión de Jorge Azkoitia ante el Comité de Competición, al entender que en la jugada de referencia no existe mano que supone la expulsión del futbolista vasco.
0 comentarios