UN RESQUICIO HACIA LA ESPERANZA
El Alicante aún confía en seguir en Segunda División y más tras conseguir en Éibar su cuarta victoria de la temporada, además, ante un rival directo en esa fatídica lucha. La salvación todavía está lejos, a nueve puntos, aunque durante el partido disputado en Ipurúa llegó a estar a catorce.
El equipo sigue vivo. Tal y como sucedió en el partido de la primera vuelta, los armeros se adelantaron en el marcador, pero les fue insuficiente. El Alicante supo remontar en un excelente tramo final gracias a sendos goles de Borja y Pedro que, además, inauguraron su casillero personal de dianas en esta campaña. El equipo levantino esperó su momento y, tras conseguir el 1-1, destrozó a un rival al que la impaciencia le jugó una mala pasada. Granero apostó por el canterano Forte, Queco Piña y por Blanco en el once inicial.
José Carlos Granero realizó una auténtica revolución en el once titular. Solo seis jugadores repitieron de inicio respecto al partido del Nástic. Blanco, Rafa Jordá, Germán, Forte y la presencia de Queco Piña bajo palos fueron las cinco novedades de un equipo que se aprestaba a engancharse a uno de sus últimos vagones hacia la permanencia. Tras el pitido inicial se contempló un partido vistoso y abierto entre dos equipos decididos a inaugurar con rapidez el marcador.
El Alicante, lejos de atrincherarse atrás, aceptó en los primeros minutos un choque de ida y vuelta y suya fue la primera oportunidad del partido. El escurridizo Ismael, en su posición de interior zurdo se sacó un buen centro hacia Rafa Jordá pero el delantero, a pesar de adelantarse a su marcador, conectó un cabezazo que se marchó muy cerca del palo.
Transcurría el minuto 6 y el Éibar, casi a renglón seguido, respondió con un intencionado chut desviado de Sutil. En ese instante el Alicante tuvo que retroceder sus líneas y Carmelo a punto estuvo de sorprender con un testarazo a saque de córner. A partir del minuto 20 el encuentro se fue enfriando mientras los locales buscaban abrir el campo sin éxito los visitantes probaban a la contra y en una de ellas Ismael, por muy poco, no llegó a rematar un buen servicio de Pedro.
La lucha en el centro del campo continuaba sin descanso. Los visitantes pronto retomaron el pulso en esa zona gracias a Alan y Forte y por momentos el cuero merodeaba las cercanías de un Zigor que, al igual que Queco Piña, se mantenía inédito sin apenas trabajo. El Alicante desaprovechaba todas las dejadas de cabeza del altísimo Rafa Jordá que ganaba todas las disputas y el Éibar carecía de mayor precisión y velocidad en su juego. Cuando todo parecía abocado al 0-1, a cuatro minutos para el descanso, los levantinos pagaron caro su falta de concentración en el tercer saque de esquina local y el central Biel Medina, de cabeza, puso el 1-0.
En la reanudación los vascos se dedicaron a jugar con esa ventaja en el resultado. Replegados, esperaban acontecimientos dejando pasar el tiempo ante un rival que, de momento, ofrecía escasos recursos.
Ese conservadurismo lo pagó caro a un cuarto de hora del final en una acción sin aparente peligro. Catalá botó una falta desde unos treinta metros y, ante la pasividad de la zaga armera, el pequeño Pedro recogió el balón en el segundo palo y de tiro raso y colocado junto al palo abrió la esperanza visitante.
Con el 1-1 los alicantinos se crecieron al mismo tiempo que el Éibar se derrumbaba y a lo loco intentaba atacar con una gran descordinación en sus líneas. De nuevo una nueva escapada de Luis por banda izquierda desarboló la zaga eibarreta y sólo tuvo que dar el paso de la muerte a Borja que a placer rompió su mala racha de cara a puerta y dio tres puntos de oro a un Alicante que, aunque todavía lo sigue teniendo muy difícil sigue confiado en obtener la salvación.
GRANERO: "LO IMPORTANTE ES MANTENER EL PULSO Y SABER QUE PODEMOS COMPETIR"
José Carlos Granero, entrenador del Alicante, destacó el gran trabajo de su equipo. «Hemos estado a muy buen nivel y hemos sido capaces de desconectar al Éibar, un equipo que, sobre todo en su casa, imprime mucho ritmo. En la segunda mitad les hemos sacado del partido, nos hemos crecido y con el empate les hemos sorprendido. Lo bueno es que hemos sabido, en cada fase del encuentro, lo que teníamos que hacer aunque si hubiésemos tenido un poco más de tranquilidad y aplomo habríamos conseguido un resultado más amplio», declaró.
El valenciano elogió a los suyos por el trabajo realizado a lo largo de todo el encuentro.
«Durante todo el encuentro hemos hecho un trabajo muy serio de desgaste y tras lograr el empate hemos sabido dar velocidad por las bandas y abrir el campo. En ese sentido hemos sido inteligentes. Además es un punto bueno que físicamente el equipo ha acabado muy bien y ha dado la cara en un partido en el que había mucho para sufrir», apuntó.
Se mostró contentó porque Borja y Pedro estrenaron sus casillero. «Nuestra clasificación sabemos que es complicada pero a muchos les haremos daño y nos los llevaremos por delante. Lo importante es mantener el pulso y saber que somos capaces de competir. Además, somos un equipo que intenta disputar a pesar de todos los inconvenientes. No sé si era nuestra última oportunidad aquí en Ipurúa pero lo que está claro es que este equipo no se va a derrumbar», finalizó.
Pouso
Por su parte, el entrenador local, realizó la siguiente valoración: «No puedo poner ningún reparo al resultado. Ha sido nuestro peor partido en Ipurúa esta temporada. He notado al equipo excesivamente nervioso y sin encontrar en ningún momento el ritmo adecuado», finalizó Juan Carlos Pouso, técnico del Éibar.
0 comentarios