EL ALICANTE PIERDE CONSISTENCIA COMO LOCAL TRAS EL ASCENSO

El Alicante cayó derrotado ante Las Palmas (1-2) en su último partido como local en el año 2008, algo que se ha convertido en habitual desde que lograra el ascenso a Segunda División en junio, después de que en el primer semestre de competición hiciera del estadio Rico Pérez casi un fortín.

En los seis primeros meses del año, en los que el Alicante compitió en Segunda División B, el equipo consiguió seis triunfos, empató tres partidos y sólo perdió uno, precisamente el primero de los que disputó, contra el Girona, en la liga regular.

A esos diez partidos de liga habría que añadir dos victorias más como local, las que consiguió frente a Fuerteventura y Ponferradina en la fase de ascenso a la categoría de plata del fútbol español.

Sin embargo, esa consistencia que tenía el equipo entrenado por José Carlos Granero durante el primer semestre de 2008 la perdió cuando tuvo que competir en Segunda División.

Y es que, desde que arrancara la liga 2008-09 el Alicante ha celebrado ocho encuentros como local, de los que sólo fue capaz de ganar uno, contra el Eibar (3-0), en la que es, además, la única victoria del conjunto alicantinista tanto en el Rico Pérez como a domicilio en lo que va de temporada.

Los otros siete partidos ante su público los saldó con dos empates (Castellón y Córdoba) y cinco derrotas (Xerez, Huesca, Albacete, Levante y Las Palmas).