NUEVA DERROTA DEL ALICANTE
Alicante: Unanua, Malo, Castells, Cavas, Catalá, Ismael (Abel Buades, m.46), Tito, Germán, Luis Gil (Borja, m.46), Francisco (Capi, m.68) y Peragón. Huesca: Eduardo, Roberto, Corona, Dorado, Camacho, Vara (Nico Medina, m.61), Luis Helguera (Borrego, m.68), Sastre, Ramón (Edu Roldán, m.46), José Végar y Rubén Castro. Árbitro: Pérez Montero (Colegio Andaluz). Amonestó a Germán por el Alicante y a Ramón y Corona por el Huesca. Expulsó con roja directa por agresión al delantero del Alicante Peragón (min.29).
Goles: 0-1, m.6: Ramón. 0-2, m.54: Vara. 0-3, m.68: Nico Medina. 1-3, m.81: Abel Buades.
Incidencias: Rico Pérez de Alicante. Unos 2.000 espectadores.
A pesar de tener enfrente a un gran rival, la SD Huesca, el Alicante se estrelló ayer contra sí mismo, y cosechó una nueva y dolorosa derrota, uno a tres, que pone contra las cuerdas al entrenador Carlos Granero.
Los celestes no supieron estar a la altura. El cuadro oscense, el mejor que ha pasado hasta la fecha por el Rico Pérez, aprovechó una contra a los seis minutos para adelantarse en el marcador, la absurda expulsión de Roberto Peragón por agredir a un contrario a medio metro del colegiado y los nervios y la ansiedad de un conjunto local que no tuvo ocasión alguna de peligro en los 90 minutos.
Granero hizo una arriesgada apuesta en el once inicial al alinear a Germán Rojas como pivote, junto a Tito. No estaban ni Alan ni Azkoitia, pero sí Abel Buades, aunque, y según palabras del técnico, no quiso decantarse por él «ante la falta de ritmo de competición». Ni que decir tiene que el experimento no funcionó.
Es más, Jesús Unanua volvió a convertirse en el mejor hombre de su equipo, y fue uno de los pocos que no bajó los brazos cuando el marcador reflejaba un claro y contundente 0-3.
Reanudación
Con 0-1 en contra, y con diez jugadores sobre el terreno de juego, el Alicante salió al terreno de juego en la segunda mitad con la idea de dar la vuelta al marcador.
Entraron Buades y Borja, sacrificando las bandas del centro del campo, al quedarse en los vestuarios Ismael y Luis Gil. Tras los primeros bríos de los alicantinos en busca del empate llegó el segundo de los oscenses, obra de Vara tras recoger un rechace dentro del área, que acabó por minar las ilusiones del cuadro local.
A partir de ahí, el Huesca bajó el pistón, aunque aún tuvo tiempo de anotar el tercero por mediación de Nico Medina. Abel Buades hizo el gol del honor a nueve minutos para el final. A la postre, derrota justa, y el Alicante que sigue en puestos de descenso.
JIMENEZ E INIESTA NO ASEGURAN LA CONTINUIDAD DE GRANERO
Juan Antonio Iniesta, presidente del Alicante, manifestaba esta semana, que «cualquier entrenador está cuestionado si no gana partidos». Fue un primer aviso de lo que podría suceder si el cuadro celeste no lograba la victoria ante el Huesca, algo que, desgraciadamente sucedió ayer.
A la conclusión del duelo, el máximo dirigente se reunió por espacio de media hora con el director deportivo, Manolo Jiménez, y parte de la comisión deportiva.
Una vez finalizado el cónclave, Iniesta declaró que la continuidad del técnico es una incógnita. Por lo menos eso dejó entrever con sus palabras.
«Ahora mismo no puedo garantizar que Granero se siente el sábado en el banquillo ante el Celta», declaró; mientras que aseveró que el motivo de la reunión había sido para «analizar los últimos resultados cosechados en la competición».
Manolo Jiménez fue un poco más allá. El director deportivo declaró que «no puedo decir si Granero dirigirá al equipo en Balaidos, ni para bien, ni para mal»; al tiempo que aseguró que no se había tratado «en profundidad» la continuidad del técnico; aunque segundos más tarde aseveraba: «Igual en las próximas horas se hace, o no».
Confianza
Manolo Jiménez fue categórico al declarar que «el entrenador que haya en el Alicante siempre tendrá mi confianza. Otra cosa es que los resultados no acompañen. Esta es una situación dolorosa», finalizó.
GRANERO NO SE SIENTE CUESTIONADO
Antes de conocer las declaraciones del presidente Juan Antonio Iniesta y del director deportivo Manolo Jiménez, Carlos Granero, hasta la fecha entrenador del Alicante, aseguró no sentirse cuestionado como técnico celeste. «Esa pregunta me choca. No entro a valorarla. Preguntarle al entorno», declaró.
La verdad es que el preparador fue muy tajante al declarar que ante el Huesca había sido «el peor partido desde que soy entrenador del Alicante», e incluso llegó a asegurar que «el equipo ha dado a veces la impresión de bajar los brazos».
Granero aseveró que a su el partido «estaba mal parido desde el principio con el gol y la expulsión de Peragón. Si con once nos cuesta ganar, imaginate con diez»; al tiempo que dijo: «Con el 0-2 nos mataron definitivamente».
El técnico valenciano manifestó que el partido de ayer «era una prueba de madurez, y no la superamos»; al tiempo que quiso agradecer al público su apoyo a pesar de la derrota: «Ha estado correcto. La afición del Alicante es muy agradecida».
Por su parte, Antonio Calderón, entrenador del Huesca destacó el nivel de juego desplegado por sus futbolistas, y aseguró que la expulsión de Peragón marcó el devenir del duelo.
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